Hay que estar prevenido contra la insidiosa idea del progreso lineal, que sitúa, por ejemplo, las ciencias experimentales como la cumbre del saber humano tras siglos de superstición y oscuridad.
Sin embargo, entre saberes olvidados como el de Paracelso y los científicos actuales hay una fuerte unidad de fines: el intento de dominar la naturaleza mediante el conocimiento, cada vez con más violencia y destrucción.
Pero hay algo muy importante que se ha perdido desde los alquimistas hasta ahora: la búsqueda de las relaciones secretas, de naturaleza analógica, entre el microcosmos y el macrocosmos, el hombre y el universo. En otro tiempo se llamó magia...
Saberes perdidos