De pequeño yo quería ser sabio. No sé si fue este deseo, extraño en un niño entonces como ahora, el que me hizo crecer en soledad o fue mi temprano temple solitario el que hizo nacer en mí ese deseo inverosímil: nunca se sabe con estas cosas qué ocurre antes. Lo cierto es que mis querencias me llevaban al silencio, a la lectura, al paseo y las charlas pausadas, o a los juegos basados en la reconstrucción dramática de una historia y en diálogos improvisados. Al menos siempre había amigos más o menos constantes que se me juntaban. Siempre encontraba alguno.
La vida según Leon Battista Alberti
La vida según Leon Battista Alberti
La vida según Leon Battista Alberti
De pequeño yo quería ser sabio. No sé si fue este deseo, extraño en un niño entonces como ahora, el que me hizo crecer en soledad o fue mi temprano temple solitario el que hizo nacer en mí ese deseo inverosímil: nunca se sabe con estas cosas qué ocurre antes. Lo cierto es que mis querencias me llevaban al silencio, a la lectura, al paseo y las charlas pausadas, o a los juegos basados en la reconstrucción dramática de una historia y en diálogos improvisados. Al menos siempre había amigos más o menos constantes que se me juntaban. Siempre encontraba alguno.