La belleza, qué tormento...
La belleza, o el arte, no debería estar racializada. A decir verdad, tampoco conceptualizada ni categorizada, ni valorada. Percibirla, sentirla, es lo que nos hace humanos. Sucede que esa percepción es un tormento por su lejanía imposible: queremos poseerla, fundirnos con ella pero, según lo intentamos, se aleja más y más. Eso me ha pasado con esta hermosa fotografía de Anthony Kurtz. La fotografía es arte cuando como aquí es capaz de transmitir eso.
Photo by Anthony Kurtz.